Desde tiempos inmemoriales, los nativos de diversos pueblos utilizaban los cristales en la curación como parte de su herramental. Ágata, amatista, turquesa y otras piedras semipreciosas fueron conociéndose durante generaciones por sus propiedades armonizadoras y equilibradoras. Hemos estado buscando las propiedades de las piedras semipreciosas que propone HOPS para que cada uno pueda elegirlas por su lado estético pero también por lo que le puedan aportar a nivel espiritual y fisiológico. Para que tu joya HOPS, además de estar personalizada con un nombre o palabras, sea también una joya con propiedades positivas.
Ágata azúl: Proporciona comunicación y fidelidad. Ayuda a transformar las emociones negativas, a darnos seguridad para seguir adelante, valor, energía y equilibrio físico. Aumenta la auto confianza y la concentración. Es conocida también por proporcionar sueños agradables. Poderosa sanadora, protege el embarazo y da suerte en temas de amor, pasión y en los estudios.
Amatista: Proporciona desarrollo y protección y favorece los cambios espirituales. Aporta equilibrio y paz interior. Ayuda al desarrollo de la creatividad, del coraje, de la intuición y de la autoestima. Es un tranquilizante natural que potencia la memoria y la motivación.
Turquesa: Representa el cielo y el agua. Proporciona un aumento de la sensación de bienestar, regulando el sistema respiratorio y provocando una sensación de alegría interior. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y desintoxicantes, potencia el sistema inmunitario y reduce la acidez. Piedra con alto poder regenerativo tanto a nivel orgánico como espiritual. Relajante, fortalece la memoria y estimula el deseo de conocimiento.
Perla: Proporciona la elevación espiritual. La perla es el símbolo de la amabilidad, la lealtad y la justicia. Absorbe la energía negativa y tranquiliza a la persona. Indica inocencia, pureza y modestia. Esta indicada para aquellas personas que sufren de palpitaciones del corazón. Recomendable para los que padecen de miedos y angustias.
Coral: Contra la envidia. Protege del mal de ojo. Sirve para defenderse de los enemigos y parece que vincula a quien la lleva con sus seres queridos. Simboliza la sangre que es la vida, el árbol, el cosmos y el mar como fuente de vida. Se le atribuyen propiedades curativas y la capacidad de proteger a sus portadores de sufrir daños y de las vibraciones negativas. También cura la infertilidad.
Ámbar: Revitaliza el organismo, así como el órgano del cuerpo sobre el que se coloque, mejorando notablemente su función. Favorece la virilidad y la fecundidad. En forma de collar, ofrece excelentes resultados contra el bocio, las paperas, todo tipo de enfermedades de los oídos y de la garganta, especialmente el asma y la tos ferina. Amplifica extraordinariamente la energía de las formas de pensamiento y de las omisiones mentales. Atrae las vibraciones positivas y la buena suerte.
Ágata verde: En general el ágata fortifica, alivia desórdenes del equilibrio, epilepsia, dolencias en general, problemas digestivos, infecciones... Es también beneficiosa para la piel, el cabello, el sonambulismo y las picaduras. Promueve la autoestima y el coraje; permite a las personas reconocer verdaderos amigos. Ayuda también en asuntos legales. Refuerza la acción de otros minerales. En su tono verde, la ágata se relaciona al chakra cardíaco y es excelente para fortificar la circulación sanguínea. Como posee un gran valor energético: está indicada para trastornos de corazón, vesícula e hígado. Con su uso prolongado, previene la obstrucción arterial. Muy utilizada para tratar la depresión, desarrollar la autoestima y por estudiantes, ya que favorece la concentración y equilibra el sistema neurovegetativo. Proporciona alegría y activa la circulación.
Cuarzo rosa: Se dice que el cuarzo desbloquea los centros de energía y ayuda al cuerpo a curarse a sí mismo, estimula el sistema inmunológico ante futuras enfermedades y es muy efectivo en procesos autocurativos. El cuarzo, y más específicamente el cuarzo rosa, influye beneficiosamente en todos los chakras, ejerce funciones tranquilizantes y calmantes. Su potencia resulta decisiva en el encuentro de la paz interior.
Lapislázuli: Con su color azúl con variaciones al dorado o plateado, el lapislázuli proporciona una reducción de la excitación sopesando las pasiones y la realidad. Actúa sobre el chakra del entrecejo, pues desbloquea las emociones, libera la intuición y ayuda a la conciencia a alcanzar su propio poder. Considerada como la piedra del poder, de la sabiduría y de la realeza. En la meditación, facilita el camino de la sabiduría y equilibra los momentos de incertidumbre y escepticismo. Sus vibraciones azules conectan con el sistema glandular en sus tonalidades más oscuras, y las claras purifican y liberan las energías. Nos conecta con nuestro ser interno, con la meditación, la devoción y la introspección, a nuestra capacidad de confiar en lo superior.
La Rosa coral: Las rosas han sido siempre el símbolo del amor, donde el hombre conquista a la mujer con una rosa y la mujer conquista al hombre con su perfume. Las rosas son símbolos antiguos del amor y la belleza. Eran sagradas para un número considerable de diosas y se utiliza a menudo como símbolo de la Virgen María. Las rosas son tan importantes que de ellas derivan términos como color rosa o rojo en una variedad de idiomas. En su tono peau d'ange (color piel de ángel, o rosa tierno) la rosa es muy dulce y romántica.
Citrino: Es un estimulante directo de la mente. Aporta claridad mental, liberando la mente de pensamientos conflictivos y proporcionando espacio para pensar. Por eso es bueno llevar un citrino con nosotros para mantener la mente despejada y clara. Estimula la creatividad y favorece el estudio. Esta piedra representa la alegría de vivir. Inclina hacia el buen humor, alimenta el espíritu y favorece la concentración. El citrino se relaciona también con la prosperidad y la generosidad, siendo una de las piedras de la abundancia, atrayendo riqueza, prosperidad, éxito y todo tipo de cosas buenas tanto en forma de dinero, como en relaciones personales.
Cuarzo ahumado: Integra las propiedades del cuarzo: eleva los niveles de energía, filtra las distracciones y favorece la concentración y, gracias a que armoniza los chacras, puede emplearse para tratar cualquier tipo de dolencia. También posee algunas propiedades adicionales: ayuda a soportar la carga emocional, alivia el miedo y las pesadillas y aporta calma a su portador. Además, promueve el pensamiento positivo y disuelve lentamente las emociones negativas.
Nácar: El nácar (o también llamado madreperla) es una sustancia bio-inorgánica, dura, brillante y con hermosos reflejos irisados. Tanto la perla como el nácar añaden atractivo a su portador. Vuelve a las personas de trato dulce y halagador, de tal manera que su compañía siempre resultará muy grata. Es tan potente que sus efectos pueden llegar a ser fascinadores y ejercer sobre los demás un dominio irresistible
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